Con un argumento increíble, YPF volvió a subir los precios de sus combustibles en casi todo el país. Afirmaron también que en algunos lugares los combustibles bajaron, pero este no sería el caso de Buenos Aires y mucho menos en nuestra ciudad.
“Las modificaciones, tanto a la suba como la baja, responden a un reordenamiento del último aumento, que busca achicar la brecha de precios con la competencia y reducir la diferencia entre capitales e interiores de algunas provincias”, explicaron algunas fuentes de la compañía de combustibles de nuestro país.
Lo cierto es que en Cañuelas, el precio los combustibles aumentaron unos $ 4,40 por litro en promedio.
La suba en Buenos Aires y en el AMBA fue de entre 1,1% y 1,4% y el resto de las petroleras como Axion, Shell y Puma, siguieron los pasos YPF incrementando sus tarifas casi en la misma proporción.
Este nuevo “reordenamiento de último momento” -que desde la compañía intentaron disimular sin querer en principio brindar algún tipo de explicación- incluyó no solo aumentos, sino también algunas bajas casi imperceptibles de los precios en algunas provincias. Pero este no fue el caso de Buenos Aires.
Lo cierto es que el aumento de los combustibles arrastra a la economía en su totalidad. Los alimentos o el transporte público o privado son solo algunos de los principales sectores que se ven afectados e impactan directamente en el bolsillo de los usuarios, que son en definitiva los que absorben cada incremento en las tarifas.