Fundada el 1 de septiembre de 1951, Rotary Club de Cañuelas, se convirtió en una de las instituciones más antiguas en pie en el distrito. Y para festejar, su sede de Basavilbaso 753 abrió sus puertas y engalanó con banderines, fotografías, además de objetos, como libros de actas, diplomas, platos conmemorativos, y documentación que atestiguan su pasado como organización de servicio.
Sergio Rubén López, presidente del Club, dio el discurso inaugural, mientras que las palabras de recuerdo y anécdotas por las siete décadas estuvieron a cargo de distintos integrantes de Rotary y de ex socios.
“Se pudo agradecer y mimar a los vecinos y socios del club. Por cada uno de ellos pasa un poco la historia. Se reconoció a socio honorarios, se descubrió una placa con el cambio de década y se vieron los nombres de los presidentes y secretarios de la vida del club”, destacó su presidente.
Por otro lado, se designó como socios honorarios a Tomás “Tito” Riva y a Bruno Rutter.
En Rotary Cañuelas ya hay integrantes con 13 años que forman parte de Interact, y chicos de 18 años en Rotary.
El aniversario llega en un momento especial, la de albergar al Rotary de Roque Pérez, como Club Satélite, por lo que de esta manera depende de Cañuelas e integra el Distrito 4905.
En tanto, Rotary Cañuelas que continúa con sus campañas anuales como la prevención del cáncer de mama y plantación de árboles, agregó la provisión de paneles solares para la escuela rural de La Noria.
Rotary Cañuelas inició sus actividades en la sede del Club de Artesanos, bajo la presidencia de Lizardo Cáceres, con un total de 26 socios fundadores. Comenzó así un proceso de divulgación y puesta en práctica de los propósitos que inspiraron, en 1905 a Paul Percy Harris a crear el primer Rotary Club en Chicago, Estados Unidos.
Con el correr de los años, se agregó la colaboración a los rotarios la Rueda de Familia. Luego se formó Interact Club Cañuelas, en junio de 1965. Otra fecha importante, es la de Rotaract club Cañuelas, el 26 de junio de 1971.
Y la actual casa rotaria se adquirió en 1983 bajo la presidencia de Jorge Biato, para lo cual se llevaron adelante dos grandes rifas, además de una donación recibida por la herencia de Eduardo Jamardo.