El invierno llegó al fin y las bajas temperaturas hacen que los equipos de calefacción a gas permanezcan mucho más tiempo encendidos y en algunos casos, sin que se les haya realizado previamente un control adecuado antes de su uso, generando gases tales como el monóxido de carbono, tóxicos imperceptibles y mortales para el ser humano.
La empresa Camuzzi Gas Pampeana elaboró un informe que preocupa, pero que, a su vez, busca generar conciencia a la ciudadanía con el fin de evitar intoxicaciones por monóxido de carbono.
Según este informe, con datos registrados durante el 2022, el 41% de las intoxicaciones se originaron debido a problemas en los equipos de calefacción. Esta causante supera a otras fuentes de intoxicación, como los calentadores de agua (36%) y las cocinas a gas (21%).
Las causantes de estos incidentes, trágicos en muchos casos, se deben principalmente a conductos de evacuación de gases instalados fuera de norma, obstruidos o inexistentes, así como a la falta u obstrucción de rejillas de ventilación.
Es importante destacar que el 74% de los casos reportados a Camuzzi en 2022 en toda su área de concesión requirieron hospitalización, y se registró un índice de mortalidad del 5%. Sin embargo, estos datos representan únicamente los eventos denunciados, ya que muchas intoxicaciones no son diagnosticadas como tales, y/o no son informadas.
Por tanto, es fundamental mantener los ambientes correctamente ventilados y verificar regularmente que las rejillas de ventilación no estén obstruidas. Además, se recomienda realizar inspecciones periódicas anuales, especialmente después de largos períodos sin uso, a cargo de gasistas matriculados, para asegurar el correcto funcionamiento de los artefactos a gas, sus conductos de evacuación y las ventilaciones.
Con estas medidas de prevención, se podrá reducir significativamente el riesgo de intoxicaciones por monóxido de carbono y proteger la salud y la vida de las personas.
¿QUÉ ES EL MONÓXIDO DE CARBONO?
El monóxido de carbono es una amenaza invisible, un gas altamente tóxico y peligroso que no tiene color ni olor, y que causa intoxicaciones. Se genera como consecuencia de una combustión incompleta de los combustibles que utilizamos habitualmente tales como la madera, el carbón, el gasoil o el gas natural, cuando no hay suficiente oxígeno disponible para lograr una combustión completa.
Una intoxicación leve puede confundirse con un malestar estomacal o una gripe, por la similitud de los síntomas: vómitos, mareos, dolor de cabeza, cansancio, debilidad, entre otros. A mayor tiempo y exposición los síntomas empeoran, bajando la temperatura corporal, la tensión arterial y el pulso, pudiendo terminar con convulsiones y o inconciencia.