Cañuelas está cada vez más desprotegida y los delincuentes lo saben, saben que pueden pasar por Cañuelas y robar, robar en edificios y comercios, incendiar locales céntricos y disparar sin piedad para robar.
Este lunes la desgracia y la “suerte” estuvieron cerca de Pablo Costa, un vecino del barrio San Esteban que recibió tres disparos efectuados por un delincuente que intentó robarle su vehículo.
Fue cerca de las 04:30 de la madrugada cuando la víctima se preparaba para ir a trabajar a la planta de Molino Cañuelas, donde desempeña tareas de limpieza para una empresa terciarizada.
Costa tiene 37 años y posee un Fiat Duna que el delincuente intentó apoderarse. Sin notar que el malviviente empuñaba un arma de fuego, Pablo intento impedir que le robaran su vehículo y tras un forcejeo recibió tres disparos que impactaron en su hombro, en su mano y un tercer balazo que le rozó el la cabeza, cerca del ojo izquierdo. De milagro, la pablo Costa sigue aún con vida.
En este momento Costa permanece internado en un centro de atención de Adrogué, estable pero fuera de peligro. Una de las balas, la del hombro, aún permanece en el cuerpo de la víctima. El delincuente no habría participado solo, un cómplice aguardaba a metros de donde ocurrió el hecho.
Seguramente los delincuentes conocen la zona o son del mismo barrio ya que andaban a pie y escaparon corriendo tras los disparos.