Tal parece que los delincuentes tienen vía libre para el robo de motocicletas, sin distinción de cilindrada, el objetivo es uno solo: robar motos.
Claro que esto se da porque “los controles” policiales locales son muy escasos o nulos. Cuando se produce algún tipo de “control”, se arma tal circo y alboroto que todo el mundo sabe que va a haber controles.
Uno de los últimos hechos más violentos ocurrió el pasado domingo 1° de Septiembre en el barrio La Unión, donde dos delincuentes en moto atacaron a una mujer -que también circulaba en su moto- y, a mano armada, provocaron que la mujer perdiera el control del rodado y cayera al piso.
La mujer -que terminó en una zanja, goleada y lastimada- permaneció varios minutos hasta que fue socorrida por vecinos del lugar. Los delincuentes escaparon sin problemas con el botín sin que nadie pudiera hacer nada ni que se pueda ni siquiera identificar a los malvivientes.
La moto que fue robada en esta oportunidad era un Honda Wave de color rojo (dominio: A208HMA).
Este hecho es uno más de los tantos que todos los días viene sucediendo a toda hora del día y en varios sectores de la ciudad.
Algunos de los damnificados sostienen que la policía sabe. MN (no quiso que publiquemos su nombre) es una joven que hace apenas dos semanas sufrió en carne propia el robo de su moto. Dos hombres, armados con un arma blanca, la interceptado y le sustrajeron su moto en pleno centro, ya que el robo se produjo a solo 5 cuadras de la plaza principal de Cañuelas.
No hay cifras oficiales ni tampoco estadísticas que muestren cuantos hechos de este tipo se han producido en los últimos meses, pero los casos se conocen cada vez más a través de las redes sociales y son prueba suficiente para creer que lo que se hace para evitar este tipo de robos es muy poco.
